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La INVERSIÓN es un método de compra de activos para obtener utilidades en la forma de ingresos razonablemente predecible

y de apreciación del capital a largo plazo.

Dicho de una manera más coloquial, las personas y las empresas invierten su dinero porque esperan que, pasado un período de tiempo, puedan retirar una cantidad mayor a la que pusieron y les genera un ingreso extra al que obtienen a través de su actividad económica.

 

Como no existe la certeza de obtener dicho ingreso, invertir siempre implica tomar riesgo, y dependiendo el activo en el que se invierta es el grado de riesgo que se adquiere. Por lo general todos los activos financieros que tiene un plazo de devolución del capital ya pautado y una tasa de interés asegurada (renta) son menos riesgosos que los activos cuya ganancia se desprende únicamente de la volatilidad de su precio en el mercado. 

 

Hay distintos activos financieros en lo que se puede invertir, entre ellos se encuentran: los Plazos Fijos, los bonos, las acciones y los Fondos Comunes de Inversión.

Plazo Fijo Tradicional

Un Plazo Fijo es un depósito de dinero en una entidad bancaria por un determinado período, durante el cual el fondo depositado queda inmovilizado hasta su vencimiento. Una vez finalizado ese período,

el inversor obtiene el capital depositado inicialmente más un pago de intereses.

El cliente puede decidir a qué plazo coloca sus fondos. En general, a mayor plazo mayor es la tasa de interés que ofrece el banco al depositante. Esta tasa es conocida por el cliente antes de realizar la inversión. 

Considerar que sin importar el plazo al que se quiera invertir, las tasas que se comunican en las entidades financieras son siempre anuales.

 

Los plazos fijos suelen ser habitualmente en pesos, pero sin embargo el depositante puede optar por realizar un plazo fijo en dólares.

 

Ejemplo de Plazo Fijo Tradicional:

 

Supongamos que una persona depositara el 1 de junio en un plazo fijo a 30 días un monto

de 100.000 pesos a una tasa de interés (TNA) del 24% anual. 

La renta que cobrará el 2% (24% / 12 meses) del capital invertido, es decir: $2000.

 

La persona puede retirar la renta generada y depositar nuevamente el capital o puede depositar

el capital con la renta, es decir los $102.000. 

Si depositara de nuevo esos 102.000 pesos por 30 días a la misma tasa, en un mes tendría acumulado un monto de $104.040 pesos; y así sucesivamente.

 

También existe en el mercado la posibilidad de colocar los fondos en un Plazo Fijo UVA. A continuación, se explicará mejor de qué se trata.

Plazo Fijo Uva

Este plazo fijo es un activo financiero que tiene la misma simplicidad que un plazo fijo tradicional, pero con la particularidad que está atado al CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia) que a su vez está vinculado al índice de precios del consumidor (IPC) mensual que publica el INDEC mes a mes.

Este plazo fijo se puede colocar a 90, 180 o 365 días, y una vez finalizado el plazo, el banco acredita los fondos en la cuenta de origen del depositante.

 

Para calcular el índice de plazo fijo UVA todas las entidades financieras toman la información del Banco Central, del siguiente link: https://www.bcra.gob.ar/PublicacionesEstadisticas/Principales_variables.asp

 

Ejemplo de Plazo Fijo UVA:

 

Supongamos que una persona haya invertido $100.000 el 1 de marzo en un plazo fijo UVA a 90 días. 

Considerando el valor del UVA ese día (680.08), pudo adquirir 147 unidades de UVA.

Si se hubiera vendido el 29 de mayo, con un valor UVA de 975.36, la persona tendría acumulado un total de $143.378 pesos, que al igual que en el ejemplo del plazo fijo tradicional, tiene la posibilidad de retirar todo, retirar la renta generada por la tasa de interés o invertir tanto capital como la renta nuevamente las veces que el depositante lo considere.

 

Es conveniente hacer un plazo fijo UVA cuando hay una aceleración en el aumento de precios al consumidor (IPC).

Renta Fija y Variable

Los activos financieros se pueden clasificar de dos maneras diferentes:

Según tipo de emisor: pueden ser emitidos por el sector privado (las empresas) o por el sector público (Estados Nacional o Provincial).
Según las características de su flujo de fondos: pueden ser de renta fija o variable.

Se denomina activos de renta fija a todos aquellos donde el flujo de fondos es conocido al momento de la compra. En las condiciones de emisión se especifica cómo será la devolución del capital y el pago de intereses.

 

Los activos de renta fija emitidos por el Estado se le llaman “Títulos públicos”; en cambio a los activos de renta fija emitidos por las empresas se les llama Obligaciones negociables (ON)”. 

 

También dentro de esta clasificación se encuentran los cheques de pago diferido.

 

Por ejemplo: una persona tiene $100.000 y adquiere ONs recién emitidas de una empresa argentina que ofrece una tasa de interés del 6% anual, amortización semestral y devolución del capital 3 años después de la fecha de la emisión. 

Eso significa que durante 3 años obtendrá una renta del 3% del capital cada 6 meses y al momento del vencimiento se le devolverá el capital invertido.

 

Se denomina activos de renta variable a aquellos cuyo flujo de fondos depende del resultado de la actividad a desarrollar por el emisor.

 

Dentro de los activos de renta variable se encuentran:

Las Acciones: en estos activos la cotización en el mercado fluctúa libre en base a la oferta y la demanda. El precio de mercado está en función de las expectativas que tengan los inversores sobre la evolución futura de los resultados de la empresa, y cuando la sociedad cotizante obtiene ganancias, la asamblea de directores puede decidir distribuirlas entre los accionistas en forma de dividendos en efectivo.
Los CEDEARS: son certificados que representan acciones de empresas internacionales que no cotizan en el Mercado de Valores local.

Se considera que los activos de renta variable tienen un riesgo mayor a los activos de renta fija, pero a su vez el rendimiento esperado es también superior.

 

Ejemplo: una persona decidiera invertir $100.000 en comprar acciones de una empresa que cotiza en la bolsa de Argentina. Cada acción al momento de la compra cuesta $10.000, es decir que puede comprar 10 acciones.

 

Con el correr de los meses, la empresa obtuvo resultados mejores que los esperados por lo que el valor de la acción pasó a ser de $12.000. Como la persona había adquirido un total de 10 acciones, su patrimonio pasó de $100.000 a $120.000 (10 acciones por 12 mil pesos por acción). Obtuvo una ganancia de 20.000 pesos.

En cambio, si el precio de la acción hubiera caído, hubiera tenido una pérdida en su patrimonio. 

 

Cabe aclarar que comprar acciones significa comprar un pedacito de la empresa en cuestión, por eso su precio está tan atado al rendimiento de la empresa.

Fondos Comunes de Inversión

Los Fondos COMUNES DE INVERSIÓN son un producto que permite a personas con similares objetivos de inversión disponer de una administración profesional de su dinero. Al suscribir un FCI el inversor accede a un portfolio diversificado que es administrado por especialistas. Estos los gestionan siguiendo pautas de retorno de riesgo, de acuerdo a los objetivos de cada fondo.

Asi como el Patrimonio de una empresa se expresa en cantidad de acciones, el de un fondo lo hace en cuotapartes.

 

De esta manera el inversor, al suscribir un fondo, accede a un portfolio diversificado, gerenciado por especialistas, que lo administran siguiendo pautas de rendimiento y de riesgo de acuerdo a los objetivos de los mismos. Dicho portfolio de inversiones presenta fluctuaciones que se expresan en los cambios diarios de los valores de las cuotapartes.

 

Los FCI (Fondos Comunes de Inversión) son una buena opción para que pequeños inversores accedan a los mercados ya que facilitan la diversificación y el control de los riesgos, incluso cuando se tienen montos pequeños para la inversión. Los distintos bancos ofrecen sus propios FCI.

 

Los FCI No tienen comisión de Entrada (Suscripción) o de Salida (Rescates), pero tienen honorarios de Administración que se calculan diariamente sobre el valor de la cuotaparte. El riesgo de un FCI dependerá del tipo de activos financieros en los que invierta el fondo; existen alternativas adecuadas para distintos tipos de perfiles:

Los fondos más conservadores, FONDOS DE CORTO PLAZO, invierten la mayor parte del patrimonio en depósitos a plazo fijo, cuentas remuneradas y activos con poca variación de precios. Este tipo de fondos están destinados a cubrir necesidades inmediatas, por ejemplo el pago de servicios o tarjetas.
Los fondos de riesgo moderado, FONDOS DE MEDIANO PLAZO, ofrecen diversas combinaciones de inversiones en activos con baja y alta variación de precios. Son aptos para cubrir obligaciones como la compra de un auto, colegios de los hijos.
Los más agresivos, FONDOS DE LARGO PLAZO, invierten elevados porcentajes en activos con gran variación de precios (por ejemplo, en acciones). Son óptimos para invertir recursos destinados a proyectos de vida, por ejemplo la universidad de los hijos o un viaje al exterior.

La rentabilidad esperada de un FCI está sujeta al objetivo de inversión del fondo. Aquellos FCI más agresivos, con mayor nivel de riesgo, suelen brindar mayores rendimientos.

El valor del patrimonio de un FCI varía diariamente, porque depende del precio de mercado de los activos financieros en los que se invierte.

 

Los inversores obtienen su rentabilidad por la diferencia en el valor de sus cuotas partes entre la fecha de suscripción (la compra) y la de rescate (la venta).

 

Los FCI no tienen fecha de vencimiento; por lo tanto, el inversor tiene la posibilidad de entrar y salir del fondo cuando lo disponga. Por eso, generalmente, son un tipo de inversión con mucha liquidez. Sin embargo, no todos los fondos tienen el mismo nivel de liquidez. Hay FCI con liquidez inmediata (llamados T+0), que significa que una persona puede solicitar el rescate el mismo día, FCI con liquidez de  24 horas (T+1), donde la persona puede solicitar el rescate para el día hábil siguiente.

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