PRODUCTOS PARA INVERTIR
Productos para invertir
Invertir es el acto de destinar un dinero, esperando obtener más que el que tenemos.
Las personas invierten su dinero en un plazo fijo, fondos, acciones o en un emprendimiento, porque esperan que, pasado un período de tiempo, puedan retirar una cantidad mayor a la que pusieron.
Como no existe la certeza de obtener esa rentabilidad, invertir implica riesgo.
Hay distintas alternativas para invertir, entre ellas los Plazo Fijo, los Fondos Comunes de Inversión y la Cuenta Custodia.
Plazo Fijo
Un Plazo Fijo es un depósito de dinero en una entidad bancaria por un determinado período, durante el cual el fondo depositado queda inmovilizado hasta su vencimiento.
Una vez finalizado ese período, el inversor obtiene el capital depositado inicialmente más un pago de intereses.
El cliente puede decidir a qué plazo coloca sus fondos. En general la tasa es mayor, cuanto mayor sea el plazo.
La tasa de interés es conocida por el cliente antes de realizar la inversión.
Así, la rentabilidad obtenida dependerá del plazo de la inversión.
Los depósitos a plazo fijo más conocidos son los Plazos Fijos en Pesos.
Existen otras alternativas tales como:
Plazos Fijos en Dólares. Pueden ser una opción atractiva para inversores que buscan ahorrar en esa moneda. La conveniencia entre plazos fijos en pesos o en dólares dependerá de las preferencias de cada inversor, aunque podría ser útil comparar las tasas que ofrece cada una de las opciones.
Plazo Fijo UVA. Este tipo de plazo fijo se caracteriza por estar sujeto al valor de la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA).
Fondos Comunes de Inversión
Un Fondo Común de Inversión (FCI) es una alternativa de inversión que se constituye cuando varios inversores, con objetivos similares de inversión, juntan su dinero y un administrador es el encargado de invertirlo en distintos activos financieros y valores del mercado de capitales, como por ejemplo en acciones, títulos públicos y privados, y depósitos a plazo fijo. De esta manera, el inversor posee una proporción del fondo, llamada “cuota parte”.
Los FCI (Fondos Comunes de Inversión) son una buena opción para que pequeños inversores accedan a los mercados ya que facilitan la diversificación y el control de los riesgos, incluso cuando se tienen montos pequeños para la inversión. Los distintos bancos ofrecen sus propios FCI.
El riesgo de un FCI dependerá del tipo de activos financieros en los que invierta el fondo; existen alternativas adecuadas para distintos tipos de perfiles:
Los fondos más conservadores invierten la mayor parte del patrimonio en depósitos a plazo fijo y activos con poca variación de precios.
Los fondos de riesgo moderado ofrecen diversas combinaciones de inversiones en activos con baja y alta variación de precios.
Los más agresivos invierten elevados porcentajes en activos con gran variación de precios (por ejemplo, en acciones).
La rentabilidad esperada de un FCI está sujeta al objetivo de inversión del fondo. Aquellos FCI más agresivos, con mayor nivel de riesgo, suelen brindar mayores rendimientos.
El valor del patrimonio de un FCI varía diariamente, porque depende del precio de mercado de los activos financieros en los que se invierte.
Los inversores obtienen su rentabilidad por la diferencia en el valor de sus cuotas partes entre la fecha de suscripción (la compra) y la de rescate (la venta).
Los FCI no tienen fecha de vencimiento; por lo tanto, el inversor tiene la posibilidad de entrar y salir del fondo cuando lo disponga. Por eso, generalmente, son un tipo de inversión con mucha liquidez.
¿Cómo invertir en Fondos Comunes de Inversión?