Es un instrumento de pago que permite efectuar compras sin uso de dinero en efectivo, y sin necesidad de contar con los fondos hoy en una cuenta. El pago se puede diferir con la posibilidad de financiar el saldo. También permite pagar en cuotas mensuales (usualmente lleva un interés). Las principales características son:
Comprar en comercios que cuenten con terminales de captura electrónica.
Realizar transacciones en la red de cajeros automáticos.
El cliente puede pagar, los montos consumidos con la tarjeta, en su totalidad o pagar una parte y financiar el resto.
Para solicitar una tarjeta de crédito, cada entidad financiera requerirá a sus clientes documentación sobre su situación socio-económica, para determinar el límite autorizado para consumir.